Las Visiones de E. G. White No Son de Dios

Por Snook y Brinkerhoff, 1866

Capítulo 3 - Su Tendencia
"Por sus frutos los conoceréis."


En mi experiencia como ministro, he encontrado que, mientras más creen en las visiones los individuos, más han tenido que hablar acerca de la Hna. White, "cómo deberían vestirse" y cómo "entiende Ud. esta visión o aquélla." De esta manera, Jesús y la Biblia quedan en segundo lugar. Nuevamente rebajan el modelo de verdad, la Biblia porque, si no están de acuerdo con la palabra de Dios, ésta debe ser inclinada para que se ajuste a la visión. Y si ni aún así pueden las dos armonizarse, entonces se toma el curso de acción del infiel: Decir que la Biblia tiene más contradicciones que las visiones. Dijeron los Ancianos William S. Ingraham y R. F. Andrews en Marion, Iowa, en 1886: "Podemos encontrar en la Biblia el doble de contradicciones que en las visiones." Dijo el Anciano M. E. Cornell, hablando en Marion acerca de entrar en debate con el Anciano McConnel, ministro discípulo, sobre las visiones: "Si yo entro en el debate (como estaba renuente a hacerlo), haré pedazos la Biblia." La obra de un celebrado espiritista, A. J. Davis, mostrando contradicciones en la Biblia, ha sido usada como una ayuda para sustentar las contradicciones de las visiones. ¿Cuál es la tendencia, lector? Dejaremos que Ud. juzgue.

Si un hombre rechaza las visiones, anula su esperanza de alcanzar la vida eterna.  Le dijo el Anciano Ingraham al Anciano Brinkerhoff en Marion. Iowa: "En vista de la luz que Ud. tiene sobre este tema, si Ud. lucha contra las visiones, no puede entrar al reino." En los archivos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Lisboa se puede encontrar lo siguiente: "Resuelve: Hacer de las visiones escritas de la Hna. White una prueba de membresía." Dijo el Salvador: "El que cree y es bautizado, será salvo." Yo estoy satisfecho de que el Salvador hará buena esta promesa, sin que tengamos que acatar las visiones.

Hemos sido acusados de ir a nuestros enemigos para obtener evidencia, y se ha hecho circular la idea de que lo que hemos obtenido son meros informes. Hemos obtenido visiones y folletos de sus oponentes, que fueron publicados por los Ancianos White y Bates. ¿Y por qué de ellos? Porque tuvieron buen cuidado de preservarlos como reliquias de cosas del pasado, y nosotros no pudimos obenerlos en la oficina de la Review pues hace mucho que fueron desterrados y se les prohibió regresar a causa de sus enseñanzas. Estamos dispuestos a someter a prueba su validez. Pero, ¿de dónde obtienen los ministros Adventistas del Séptimo Día sus objeciones a la Biblia? Escuchemos al Anciano Andrews de Illinois: "Obtuve mis objeciones de un infiel en Illinois, que dijo que me podía dar una lista de objeciones de media milla de largo." "La hierba muestra de qué dirección sopla el viento."

Sus visiones no nos traen nueva luz. Nada de lo que ella habla es realmente nuevo.  Los profetas bíblicos hablan de cosas más allá de la previsión humana y de la sabiduría humana. Ella habla principalmente de cosas que ella y todo el mundo conocen. La diferencia entre sus profecías y las de Daniel y Juan es que las de ellos señalan hacia adelante, pero las de ella señalan hacia atrás, como en el siguiente ejemplo: "Antes de la destrucción del templo, estos hombres justos quitaron el arca sagrada que contenía las tablas de piedra, y con aflicción y tristeza la ocultaron en una cueva. Esa arca sagrada todavía permanece oculta." Spiritual Gifts, Tomo 4, p. 115. ¿Por qué no nos dijo dónde estaba la cueva para que pudiéramos encontrar el arca? Ah! Hay una buena razón -- no lo sabía. Los libros apócrifos donde ella se enteró de esto no se lo dijeron.

Que ella sólo puede intuir cosas con las cuales está familiarizada es evidente también a partir de lo siguiente:

"Otras naciones observan a esta nación con gran atención. Con qué propósito, no se me informó." Test. No. 7, p. 21.
¿Por qué no se le informó? Porque los estadistas de su tiempo no lo sabían... Nuevamente:
"Él se levantó en rebelión y, como algunos otros que han sido reprendidos, tomó la posición de que ciertas personas habían prejuiciado mi mente contra su familia -- cuando la visión apuntaba a las mismas faltas en su familia, que yo había visto repetidamente durante diez años." - Test. No. 6, p. 21.
Ella puede profetizar y decirnos qué estatura tenían Adán y Eva; qué noble ser fue una vez el diablo; cúan alta frente tenía; qué hermosa criatura con alas era la serpiente que engañó a Eva; que el alimento de origen animal no es el mejor para el hombre; que la razón de que las visiones no sean más frecuentes es que no son apreciadas; que Dios escogió al esposo de ella para dirigir el mensaje; que era deber de los hermanos deshacerse de sus propiedades y sacrificarse por la causa; que en su sabiduría Dios había levantado a su esposo por encima de la escasez, para que no fuera paralizado por el sentido de dependencia y scasez. Pero ella no pudo predecir la terrible rebelión in nuestro gobierno, ni que la esclavitud sería abolida, ni cúando se haría la paz, ni que sus visiones serían rechazadas por muchos buenos hermanos. Pero, después de que estas cosas ocurrieron, ella puede verlas todas.

En vista de lo que antecede, he llegado a la conclusión de que estas visiones son una adición a la palabra de Dios, y que bien podrían aquéllos a cargo de ellas acatar el siguiente pasaje bíblico: "No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso." Prov. 30:6.

Mahoma dice: "Decid, oh vosotros que habéis recibido las escrituras, no estáis fundamentados en nada hasta que observéis la ley y el evangelio, y lo que ha sido enviado a vosotros de parte del Señor." Corán, p. 127. La fe del católico romano abarca a la Biblia y la tradición. El Shaker tiene que tener las visiones de Ann Lee, el Mormón tiene que tener el Libro de Mormón, y el Adventista del Séptimo Día tiene que tener las visiones de E. G. White, aparte de la Biblia, como regla de fe. ¡Qué cosa tan seria es ser guiado por cualquier dirigente que no sea Jesús, y recibir cualquier regla de fe aparte de la palabra de Dios! ¡Ojalá que todos fueran honestos y se separaran y sacudieran toda cadena humana! La Biblia contiene toda la luz que necesitamos. Ella revela todo deber que Dios requiere de nosotros para nuestra salvación. El que hace la voluntad de Dios como está revelada en la Biblia es hijo de Dios, y hermano o hermana de Jesús, y entrará por las puertas de la Ciudad. Que Dios le bendiga, lector, y si Ud. cree en estas vanas y falsas visiones, que Él le ayude a ser honesto y a tener una fe lo bastante fuerte para abrazar solamente su palabra como su única regla de fe y conducta, para que Ud. viva de tal manera que pueda ser salvo.


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